La historia de Miral se desarrolla con un grandioso telón de fondo: Jerusalén, una ciudad única y fascinante, que ha sido objeto de disputa desde los tiempos más remotos y que, todavía hoy, sigue suscitando controversias. Las callejuelas de la Ciudad Vieja, con sus zocos y sus casas arracimadas, son testigo de primer orden de un conflicto que arrastra el peso de siglos de antigüedad.
El Muro de las Lamentaciones, la Explanada de las Mezquitas o el Santo Sepulcro son algunos de los escenarios que dan vida a la trama. Con su particular carácter, Jerusalén se presenta como un lugar en el que se respiran al mismo tiempo el conflicto y la convivencia, que incita tanto al encuentro como al desencuentro.
El Muro de las Lamentaciones, la Explanada de las Mezquitas o el Santo Sepulcro son algunos de los escenarios que dan vida a la trama. Con su particular carácter, Jerusalén se presenta como un lugar en el que se respiran al mismo tiempo el conflicto y la convivencia, que incita tanto al encuentro como al desencuentro.
JERUSALEN!!!, JERUSALEN!!!, JERUSALEN!!! a pesar de sus conflictos ella nos hace vibrar nuestro interior de una manera diferente, nos hace, a todos aquellos que la conocemos, rozar casi nuestro ser con lo extraordinario, con lo eterno, con el cielo... y como no!!! nos deja gozar de una Luz que sólo resplandece en ella... Deseemos la Paz a JErusalen y a todos los que la quieren. Iscah
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